jueves, 14 de diciembre de 2017

Transmutar lo negativo a positivo

LIBERANDO EMOCIONES NEGATIVAS 

Sintonizando en armonía con el Amor y el Perdón 


Hace un tiempo tuve una decepción amorosa con parte de mi familia. Tenía tantos sentimientos encontrados, que no sabía muy bien cómo sacarlos, no bastaba llorar. Así que escribí esta carta, así al redactar todos mi sentimientos y mis emociones me sentí liberada y pude estar mas en paz, mandando luz, bendiciones y muchos buenos deseos a quiénes me hirieron, esto es muy sanador, lo recomiendo mucho. Aun no se si enviar o no esta carta, pero con tan solo escribirla ya me siento mejor. Aquí la comparto.

Acapulco, Gro. México
6 de Diciembre 2017

Para mis tías con amor:
Yo tuve la infancia más feliz del mundo, rodeada de amor, de seres de luz, capaces de dar y recibir amor y luz en abundancia. Fue fantástico ser parte de una familia numerosa. Recuerdo cuando era niña y viva en el pueblo. La algarabía de estos días, el ponche, las piñatas, las risas, los juegos. Recuerdo a mi abuelito que me montaba en el caballo y me llevaba a dar paseos por la huerta, esa era mi fantasía. Recuerdo a mi abuelita y su fascinación por las rosas y las plantas; siempre tenía la casa re linda, con los jardines más bellos. Recuerdo a mi tía Yadi persiguiéndonos a todos con la chancla por brincar en la cama, todos riendo, recuerdo que siempre que la veíamos con mi mamá en el supermercado me regalaba un cachito de jamón, recuerdo que cocina delicioso. Recuerdo las visitas al Pericón y lo bien que la pasaba siempre. Recuerdo a mi tía Lingo y sus cuidados siempre que nos enfermábamos o nos lastimábamos. Recuerdo que en estas fechas siempre habíamos estado juntos en familia y hubo algunos años, tan especiales, en que todos nos abrazamos y lloramos juntos de felicidad y nos sentimos afortunados de ser unos partes de los otros, de estar juntos y vivos. Recuerdo aquella tarde en la playa, cuando mi padre no fue tan lindo, y con coraje me sacaron de ahí y me llevaron a casa, me sentí amada y protegida. Recuerdo las idas al rio, la rica comida, las visitas a las tías a sus departamentos en D.F. y luego en Acapulco; siempre tenían los juguetes más cool esperando para que yo los jugara. Recuerdo tantas cosas lindas de ustedes, de todos. Y los recuerdo con un montón de amor y alegría.
Yo sé que no he sido un angelito. Sé que siempre he sido algo diferente. No me considero mala, ni buena, tampoco mejor ni peor que los demás. Tan solo diferente. Quizá los caminos que he elegido no siempre han sido los mejores, los más fáciles, o quizá los que eligiera todo el mundo. Quizá estos caminos no sean de su agrado. Sé que mis caminos, me han alejado de los suyos y sé que no he estado siempre que me han necesitado. Sé que les he fallado. Me queda muy claro que no he cumplido todas sus expectativas y me apena un poco,  aunque la verdad nunca he esperado hacerlo. Siempre instintivamente he sabido que es imposible agradar a todo el mundo, así que basta con agradarse así mismo. Eso por lo general es más que suficiente para ser feliz, dichoso y pleno. Sé que quizá no he sabido demostrarles y hacerles sentir el amor inmenso que siento por todas ustedes, quizá ni siquiera he intentado hacérselos sentir, quizá por el miedo que siento dentro de mí a ser rechazada, pero lo crean o no, ese amor siempre ha estado ahí, y me arrepiento de no haber sido capaz de expresarlo, pero quiero que sean conscientes de que para mí, sin importar lo que pase, son y siempre serán como mis segundas madres, porque así las he visto siempre, desde niña.
La última vez que las vi me preguntaron que si estaba marihuana, porque estaba temblando y algo acelerada. La verdad no lo estaba. La verdad llevaba todo el día fresa, es decir, sin fumar, estaba digamos pues, en mis cinco sentidos. La razón por la que temblaba y me sentía algo acelerada era porque dentro de mí, en ese momento, se estaba desgarrando mi corazón en mil pedazos. Pero me hice la fuerte, quise mostrar esa leona que hay en mí, no quise mostrarme débil, aunque en realidad por dentro me deshacía.  La verdad es que en ese momento, en ese instante de repente, por alguna razón,  ya no me sentí más bienvenida en la que alguna vez fue mi casa,  el lugar donde experimente el amor por primera vez, el lugar en el que alguna vez fui la niña más feliz del mundo. En ese momento deje de sentirme rodeada de seres de luz, pues algunos de esos seres me habían mostrado su lado oscuro, un lado que no conocía y que me negaba a conocer. Y fue como una puñalada al corazón. 
De repente recordé que una vez una amiga muy sabia me dijo “A veces las personas que más amas van a lastimarte. Está bien. No lo tomes mal, no es nada personal. Tu sigue amando, algún día el universo te devolverá todo ese amor que sinceramente has dado” El problema es que quizá no lo di, solo lo sentí, aun lo siento. Espero que eso sea suficiente. Y ojala que sin querer se los haya hecho sentir alguna vez.
Les escribo esta carta porque quiero que sepan que yo ya he liberado todos los dolores del pasado, pues aquí y ahora solo hay lugar para el bienestar y la tranquilidad en mi vida y deseo que en la suya también. Si no se los digo personalmente es porque me temo que no soy tan fuerte, y lo más seguro es que me desplome y no sea capaz de decir nada. También quiero decirles cuatro cosas esenciales:
LO SIENTO.  Por las veces que inconscientemente las ofendí, con mis palabras, mis acciones o mi comportamiento, por no haber estado a la altura de las circunstancias o por haber sido imprudente, sucia, inestable, desagradable o grosera, por haberlas avergonzado, quizá, y por todo aquello que consideren que les falle en el pasado.
PERDON. Por no cumplir sus expectativas como sobrina, como persona y como familia. Por no haber estado ahí cuando me necesitaron. Por no ser capaz de mostrarles mi amor. Por no haberles dicho te amo y hacérselos sentir.
GRACIAS. Por el amor que incondicionalmente me han hecho sentir por tantos años. Por las congojas, por los abrazos, por las risas, por los regaños, por los cuidados, por la comida, por el cobijo, los arrullos de bebe, gracias por preocuparse, por estar ahí cuando más las necesite y porque a pesar de todo me apoyaron y por todas las enseñanzas que me han dejado, por ser parte de mí y por ser un ejemplo de vida.
LAS AMO. Con toda mi alma, nunca olviden que para mí son como mis segundas madres, siempre lo serán, pase lo que pase  y ojala que en algún punto de nuestra pasajera existencia, se den la oportunidad de conocerme más a fondo, quizá no soy tan mala, quizá no estoy tan loca,  quizá también tenga algo que enseñar y estoy abierta a todas las posibilidades.
Yo por mi parte acepto mis errores y me perdono a mí misma para seguir adelante. Espero que me perdonen también. Me olvide ya de los recuerdos tristes y no tan lindos y me quedo solo con los recuerdos lindos, con los recuerdos de amor. Amo, perdono y olvido y al respecto quiero dedicarles estas palabras:
“Me perdono por cualquier acción, palabra, hecho o pensamiento, pasado, presente o futuro, en esta o en cualquier otra realidad, que no haya estado compuesto de las frecuencias del Amor Sagrado. Perdono a todos aquellos con los que haya compartido energías conflictivas o discordantes, durante mi vida presente, o en vidas pasadas, en esta o en cualquier otra realidad y les devuelvo en una burbuja de amor, todos los recuerdos negativos, energías impactantes y futuros probables que hayamos creado juntas. Pido a los ángeles del perdón, que impregnen todas las facetas de mi ser con las frecuencias de Amor y Luz, para que yo pueda llegar a estar en paz con mi alma, centrada en mi corazón, como maestro de mi ser y portador de luz. Gracias.”
Todo y todos estamos divinamente conectados. Nada es casualidad, todo sucede por algo. Todo y todos somos un reflejo de lo que traemos dentro. Todas las acciones tienen reacciones. Los seres humanos somos muy complejos, a veces ni siquiera sabemos porque actuamos de una manera u otra. A veces no somos nosotros mismos, sino bajas vibraciones las que se apoderan de nosotros. Estoy segura que en sus corazones siguen habitando esos seres de luz  que en realidad son y que en algún momento hicieron de mí la niña más feliz del mundo. Sé también que ese lado oscuro es solo una cosa pasajera y que tarde o temprano, inminentemente ese ser de luz volverá a brotar desde el interior hacía todas las dimensiones.   
Yo siempre estaré infinitamente agradecida de haber nacido en esta gran familia y siempre  estaré orgullosa de ser su sobrina, porque  toda mi vida las he visto como mujeres bellas, inteligentes y maravillosas. Deseo con todo mi corazón, que siempre les vaya bien, que siempre estén sanas y felices, que nunca falten las risas, que se les abran todos los caminos de dicha, amor, abundancia, armonía, salud, riqueza y bienestares perfectos e infinitos para ustedes y para todos los seres que aman. Que todos sus sueños se cumplan. Que nunca nada les falte. Que siempre tengan todo lo que desean y necesitan.  Que se llenen sus caudales de felicidad. Y que me recuerden con amor y cariño como yo siempre las recuerdo.
With Love: Yare, The green sheep of de family

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